Una de las opciones de tratamiento sustitutivo renal para pacientes con Enfermedad renal crónica estadío 5 es la hemodiálisis. Es necesario un acceso vascular para poder realizar dicha técnica.
Una fístula arteriovenosa está formada por la anastomosis subcutánea de una arteria y una vena nativa adyacente y permite el flujo en dirección a la vena.
Una prótesis arteviovenosa es similar, excepto que la comunicación entre la arteria y la vena está cubierta por un tubo de material protésico.
En general, una fístula es más deseable como acceso vascular que una prótesis. Casi todas las prótesis promueven la hiperplasia de la íntima de la vena en la línea venosa, produciendo estenosis y obstrucción. La hiperplasia de la íntima se relaciona con la turbulencia en la anastomosis, posiblemente por la discrepancia entre la arteria y la vena. Las prótesis pueden desarrollar estenosis cuando dejamos de usarlas. Las fístulas arteriovenosas son menos propensas a desarrollar hiperplasia venosa, y por ello, las fistulas pueden mantenerse en uso durante años.
Además las fístulas tienen menos infecciones que las prótesis, probablemente porque no hay implante de material extraño.
Dra. Cari Martínez.
Servicio de Nefrología.
Hospital General Universitario de Valencia.
Servicio de Nefrología.
Hospital General Universitario de Valencia.