Sergio Fernández
Desde pequeño me gustaba enredar por la cocina, mezclar ingredientes y obtener auténticos engrudos. Pero….profesionalmente desde los 13 años, edad con la que ingresé en la Escuela superior de hostelería y turismo de Madrid.
Difícil decisión, en cualquier caso profesor de secundaria. La docencia me apasiona y tratar con los alumnos.
Con mucha motivación y ganas de formarse al máximo en una profesión con tanto futuro como la cocina, a pesar de la situación económica y laboral actual no dejan escapar un ápice de ilusión.
Es un sector potente, muy importante en el PIB de nuestro país, gastronomía y turismo van de la mano. Ha sufrido en las dos últimas décadas una importante renovación, innovando platos, decoraciones, ideas etc… El boom en la gastronomía es más calmado que el boom de la construcción desde luego, este tipo de boom viene para quedarse siempre acompañándonos.
Acercar a cada hogar no solo un plato fácil y económico de hacer sino traer aquellos productos que se cultivan, procesan o fabrican en nuestro país, instrumentos curiosos que nos ayudarán a facilitar las tareas culinarias así como anécdotas e historia de los alimentos.
Desde luego que una receta fácil puede consistir en aliñar unos tomates con aceite de oliva y sal (no por ello menos apetitosa y sabrosa) y elaboración compleja por ejemplo trabajar figuras de caramelo, donde paciencia, creatividad y técnica lo son todo.
Sobre todo el conocimiento nutricional que deben tener los pacientes a la hora de escoger los alimentos a cocinar, conocer los nutrientes para conseguir llevar al plato la mejor elaboración para mimar los riñones. Descubrir técnicas sanas que puedan dar una mayor calidad de vida y por supuesto la constancia que han de tener dichos pacientes con la enfermedad renal.
Buscar la fórmula más adecuada para que tanto el paciente como el resto de la familia puedan disfrutar de los mismos platos sin renunciar a sabor, texturas y presentación. Desde luego un reto poder colaborar e investigar formas de cocinado con menos grasa, menos liquido o eliminando el potasio.
Por supuesto que si, una vez hayamos encontrado el camino perfecto para manipular, cocinar, combinar y servir los platos, no me cabe ninguna duda.
Las asociaciones cumplen un papel fundamental diría yo, no solo por el asesoramiento sino por la compañía que supone al paciente, es decir, llevar de la mano y guiar en cada paso, pensando especialmente en quién debuta con la enfermedad.
Creo que la donación de órganos es el gesto que debería definir el ser humano como tal, el mayor gesto de generosidad del ser humano creo que se muestra con la donación de órganos.
Deleitaría con cualquier alternativa de la obra escrita para alcer con la ayuda de todos los profesionales que han hecho posible el libro de cocina para el enfermo renal.
De momento continuar divulgando cocina en TVE, libros, revistas etc… seguir colaborando con la enseñanza y proyectos en cuanto a montar y dirigir algún establecimiento del sector.