Deportistas trasplantados: los otros ‘Abidales’ que compiten
Joaquín es un tipo especial. Ha pasado por mucho, pero su mirada aún desprende ilusión. Disfruta cada momento. Corre por él y por los demás. Lo suyo son las distancias largas, pero se ha reconvertido al medio fondo para promocionar la donación. Con la convicción de que nunca va bien preparado colecciona medallas y algún récord mundial. Advierte cierto paralelismo con el caso Abidal: “Lo veo muy cercano. Su recuperación es parecida a la mía. Está haciendo una machada…”
Los expertos también muestran su asombro por la vuelta a la élite del lateral francés y conceden que es un caso único. Así lo cree Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes: “Para todo trasplantado es importante el deporte. Se recomienda que sea suave y no de competición. De hígado y que haya vuelto no conozco a nadie hasta este caso. Jugar la Champions no está descrito”.
El camino recorrido por estos seis fenómenos resulta admirable. La mayoría compagina profesión o estudios con la práctica deportiva al más alto nivel. Todos son ejemplos de continua superación.
Antonio, con tres trasplantes de riñón, sabe lo que es superar obstáculos. “La vida te da palos y vas subiendo la cabeza. Dicen que soy muy fuerte mentalmente. Todos lo somos”. Destaca en salto de altura. Quiere el oro en jabalina. Pura fortaleza y ambición.
Para Francisco el deporte es su vida. “Después de la diálisis salía a correr. Ahora hago triatlón”, cuenta antes de apuntar que el Ironman es su próxima meta. Y le envía un mensaje a ‘Abi’: “Le animo a que no deje de jugar. Es un plus para gente como nosotros”.
Martín se desvive por el bádminton, que descubrió tras el trasplante. Es escéptico con algunos consejos. “Te dicen que no hagas deporte, que no levantes peso, pero las analíticas nos dan la razón. Estamos en plena forma”. Lo cuenta también Ramón, que centra su mensaje en los beneficios del ejercicio. “Te ayuda a paliar los efectos de la medicación. Te sientes mejor, más atractivo”. Y a través de AS pide: “Animo a Abidal a que se entrene con nosotros”.
La reflexión serena es Mateo, un verdadero superviviente tras tres trasplantes de médula. “Por la ‘quimio’ no debería tener hijos y tengo tres. En mi vida hay muchos milagros”, cuenta. Compite sin obsesionarse con las medallas.
La charla termina con un mensaje claro: hay que aprovechar cada minuto. “Nuestra obligación es vivir la vida. Te llevas lo que sientes. Ahí se acaba la historia”. Con obstáculos, pero sin límites. Éric Abidal no está solo.
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Santi Castañeda (DIARIO AS)
http://masdeporte.as.com/masdeporte/2013/05/31/polideportivo/1369959403_853745.html