Los pacientes con insuficiencia renal crónica deben evitar tomar antiinflamatorios

                   
Fuente: Prof. Ángel Luis Martín de Francisco

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insuficiencia renal crónica
Si la diabetes va en aumento, lo mismo podemos decir de la insuficiencia renal crónica. De forma insidiosa y lenta, los riñones van dejando de funcionar sin que el paciente lo advierta en los primeros estadios. El Dr. Ángel Luis Martín de Francisco, Catedrático de Medicina del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander explica que los riñones tienen como misión filtrar la sangre de los productos tóxicos que se acumulan con la alimentación. El especialista explica que algunos van por la vía digestiva y otros por la orina. Con la insuficiencia renal crónica, los riñones pierden la capacidad de filtración y eso conduce a que las sustancias tóxicas se retiren en la sangre. En los estadios iniciales los pacientes no presentan síntomas. Es una enfermedad que cursa de forma asintomática en personas de edad avanzada.

Detección precoz

El Prof. Martín de Francisco explica que a nivel internacional se han elaborado unas nuevas guías en las que se recomienda que la detección de la enfermedad renal no se debe hacer de forma general a toda la población sino a grupos expuestos como: personas mayores de 65 años, diabéticos, con antecedentes de alguna enfermedad cardiovascular, hipertensos o con familiares de enfermedad renal.

Valores orientativos

El valor fundamental que determina una alteración en el riñón es la creatinina en la sangre, explica el especialista. Con una simple fórmula, que además tiene en cuenta el sexo y el peso, se puede saber cuál es el grado de función renal de esa persona y, por consiguiente, establecer las medidas suficientes para prevenir la progresión de la enfermedad renal.

Progresión y control de la enfermedad

El nefrólogo afirma que para saber la progresión de enfermedad es muy importante conocer la causa que lo produce. En líneas generales en un 90 % de los casos se puede controlar. Para ello los pacientes deben controlar los niveles de presión arterial, que se debe inferior a 130/80, deben evitar la ingesta de antiinflamatorios ya que son fármacos muy perjudiciales para la hipertensión y la enfermedad renal crónica. Además se debe controlar el uso de antibióticos, la exposición a contrastes iodados así como la ingesta de sal. Los pacientes con enfermedad renal crónica debe reducir también la ingesta de proteínas para facilitar el trabajo renal que ya de por si es insuficiente.

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