Clases en urgencias para optimizar los trasplantes
Profesionales de emergencias participan en el Chuac de A Coruña en un curso sobre donación de órganos y tejidos
Con los maniquís avanzados del Centro Tecnolóxico de Formación del Chuac -muñecos que no solo respiran y se quejan, sino que reproducen constantes y responden a tratamientos-, profesionales de emergencias siguieron ayer en A Coruña un curso sobre donación de órganos organizado por la ONT y la Sociedad Española de Emergencias, que sigue demandando el reconocimiento de la especialidad para los «urgenciólogos».
«El objetivo fundamental es actualizar conocimientos para los profesionales de urgencias, porque muchos potenciales donantes pasan por sus servicios y es necesario detectarlos y mantenerlos», explicó Plácido Mayán, médico del Chuac.
La muerte encefálica o los tratamientos para preservar los órganos fueron algunos de esos conocimientos que pudieron ensayar en los simuladores con forma humana, en los que se reprodujeron las dos situaciones en las que una persona puede, sobrevenido el final, convertirse en donante: la asistolia, o pacientes que mueren por parada cardíaca y en los que es necesario asegurar el flujo sanguíneo a los órganos, o aquellos que, generalmente por un accidente cerebrovascular, llegan a urgencias sin posibilidad de curación y van a fallecer en las horas siguientes. Precisan cuidados para una muerte digna y, al tiempo, para evitar complicaciones que dañen los órganos. «Por un servicio como el nuestro -reflexionó Mayán-pueden ser un centenar de potenciales donantes cada año».