El uso de los registros electrónicos de salud puede reducir los costes de atención ambulatoria en cerca de un 3 %
22 julio, 2013
El uso de los registros electrónicos de salud puede reducir los costes de atención ambulatoria en aproximadamente un 3 por ciento, en comparación con los registros tradicionales en papel, según concluye una investigación publicada en Annals of Internal Medicine.
El uso de los registros electrónicos de salud puede reducir los costes de atención ambulatoria en aproximadamente un 3 por ciento, en comparación con confiar en los registros tradicionales en papel, según concluye una investigación publicada en Annals of Internal Medicine.El estudio, realizado por expertos de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, examinó más de cuatro años de datos de costes sanitarios en nueve comunidades. La categoría de atención ambulatoria en el estudio incluyó el costo de las consultas médicas, así como servicios normalmente ordenados durante esas visitas al laboratorio, la farmacia y el servicio de radiología.
Se compararon los costos de salud de 179.000 pacientes en tres comunidades de Massachusetts (Estados Unidos) que adoptaron ampliamente los registros electrónicos de salud y seis comunidades de control que no lo hicieron. Los resultados apoyan la hipótesis que prevalece, pero a veces criticada, de que la informatización de las historias clínicas puede llevar a reducir los gastos de salud.
Julia-Adler Milstein, directora del trabajo y profesora asistente en la Escuela de la Información y la Escuela de Salud Pública de la UM, valoró positivamente el resultado del estudio. “Hemos encontrado un 3 por ciento de ahorro y aunque no parezca enorme, si se pudiera mantener o incluso aumentar, sería una cantidad considerable”, agregó.
“Cuando hablamos de ahorro de costes, esto no significa que los costos bajaron, si no que estos no subieron tan rápido en las comunidades de intervención. Esto sugiere que la adopción de registros electrónicos ayudó a frenar el aumento de los costes sanitarios”, indicó.
Las comunidades que informatizaron los registros, Brockton, Newburyport y North Adams, lo hicieron en aproximadamente la mitad del periodo de estudio, de 2005 a 2009. Todas ellas, incluidas las de control, solicitaron ser parte del piloto de la eHealth Collaborative Massachusetts, que dio financiación y apoyo a consultorios médicos de ciudades enteras para convertir sus archivos digitalmente.
Para maximizar el beneficio de los registros computarizados, los expertos creen que es importante que el cambio se produzca a lo largo de toda la comunidad, en lugar de poco a poco. Este experimento en el mundo real dio a los investigadores una oportunidad para poner a prueba esa premisa.
Adler-Milstein y sus colegas calcularon los costos de salud por paciente por mes, que ascendieron a 4,8 millones de puntos de datos. Examinaron no sólo el costo total, sino que se obtuvieron datos específicos por atención hospitalaria y ambulatoria, además de examinar costos de atención ambulatoria de medicamentos, laboratorio y radiología.
En promedio, los investigadores estimaron 5,14 dólares (3,93 euros) en ahorros por paciente por mes en las comunidades con registros electrónicos de salud en comparación con los que no los tenían digitalizados. La mayor parte de los ahorros estaban en Radiología, algo que según explica Adler-Milstein puede deberse a que los médicos pueden haber ordenado un menor número de estudios de imagen porque tenían un mejor acceso a los historiales médicos de los pacientes.
“Creo que nuestros hallazgos son importantes porque proporcionan pruebas para apoyar el uso del dinero de los contribuyentes para invertir en los registros electrónicos de salud -resalta Adler-Milstein-. Realmente no hemos tenido pruebas concluyentes de que han demostrado que se ahorraría dinero. Se suponía, pero hay un montón de escépticos. Este estudio ayuda a aclarar si hay un ahorro de costes y cuál es la magnitud a corto plazo”.
Se compararon los costos de salud de 179.000 pacientes en tres comunidades de Massachusetts (Estados Unidos) que adoptaron ampliamente los registros electrónicos de salud y seis comunidades de control que no lo hicieron. Los resultados apoyan la hipótesis que prevalece, pero a veces criticada, de que la informatización de las historias clínicas puede llevar a reducir los gastos de salud.
Julia-Adler Milstein, directora del trabajo y profesora asistente en la Escuela de la Información y la Escuela de Salud Pública de la UM, valoró positivamente el resultado del estudio. “Hemos encontrado un 3 por ciento de ahorro y aunque no parezca enorme, si se pudiera mantener o incluso aumentar, sería una cantidad considerable”, agregó.
“Cuando hablamos de ahorro de costes, esto no significa que los costos bajaron, si no que estos no subieron tan rápido en las comunidades de intervención. Esto sugiere que la adopción de registros electrónicos ayudó a frenar el aumento de los costes sanitarios”, indicó.
Las comunidades que informatizaron los registros, Brockton, Newburyport y North Adams, lo hicieron en aproximadamente la mitad del periodo de estudio, de 2005 a 2009. Todas ellas, incluidas las de control, solicitaron ser parte del piloto de la eHealth Collaborative Massachusetts, que dio financiación y apoyo a consultorios médicos de ciudades enteras para convertir sus archivos digitalmente.
Para maximizar el beneficio de los registros computarizados, los expertos creen que es importante que el cambio se produzca a lo largo de toda la comunidad, en lugar de poco a poco. Este experimento en el mundo real dio a los investigadores una oportunidad para poner a prueba esa premisa.
Adler-Milstein y sus colegas calcularon los costos de salud por paciente por mes, que ascendieron a 4,8 millones de puntos de datos. Examinaron no sólo el costo total, sino que se obtuvieron datos específicos por atención hospitalaria y ambulatoria, además de examinar costos de atención ambulatoria de medicamentos, laboratorio y radiología.
En promedio, los investigadores estimaron 5,14 dólares (3,93 euros) en ahorros por paciente por mes en las comunidades con registros electrónicos de salud en comparación con los que no los tenían digitalizados. La mayor parte de los ahorros estaban en Radiología, algo que según explica Adler-Milstein puede deberse a que los médicos pueden haber ordenado un menor número de estudios de imagen porque tenían un mejor acceso a los historiales médicos de los pacientes.
“Creo que nuestros hallazgos son importantes porque proporcionan pruebas para apoyar el uso del dinero de los contribuyentes para invertir en los registros electrónicos de salud -resalta Adler-Milstein-. Realmente no hemos tenido pruebas concluyentes de que han demostrado que se ahorraría dinero. Se suponía, pero hay un montón de escépticos. Este estudio ayuda a aclarar si hay un ahorro de costes y cuál es la magnitud a corto plazo”.