SEXUALIDAD | Insuficiencia renal
- El 84% de las mujeres en diálisis sufre disfunción sexual
- Los médicos deberían abordar este tema en las consultas
Las disfunciones sexuales en los pacientes con insuficiencia renal crónica son una realidad con la que médicos y afectados lidian a diario. Sin embargo, hasta ahora, los esfuerzos en investigación han estado centrados mayoritariamente en el sexo masculino.
Giovanni Strippoli, coordinador de investigación renal en el centro de farmacología y biomedicina italiano Consorzio Mario Negri Sud y vicepresidente científico de Diaverum (proveedor de servicios de diálisis), acaba de aportar nuevas evidencias sobre la verdadera trascendencia del problema en las pacientes femeninas que están en diálisis. Al parecer, hasta cuatro de cada cinco padece algún tipo de disfunción sexual.
En declaraciones a ELMUNDO.es, este experto insiste. “Hemos demostrado, por primera vez en un estudio a gran escala, que la mayoría de las mujeres en diálisis tiene problemas sexuales. Se trata de un aspecto que no debe ser pasado por alto por los médicos, cuando el objetivo debe ser mejorar la calidad de vida de las personas que reciben este tipo de tratamiento”.
Insiste en que estas pacientes “deberían ser adecuadamente evaluadas para detectar problemas sexuales. Este aspecto suele obviarse en las consultas porque resulta difícil de abordar e, incluso, porque a menudo es embarazoso. Sin embargo, es importante para poder desarrollar una intervención terapéutica apropiada”.
Índice de Función Sexual Femenina
La hemodiálisis, a pesar de preservar la vida, “se asocia con una elevada carga sintomática y deterioro de calidad de la vida. Depresión, dolor, alteraciones del sueño y fatiga son algunos de los trastornos comúnmente referidos por las personas que llevan mucho tiempo sometidas a diálisis. La disfunción sexual es otro de los trastornos que normalmente les afecta. En general, las tres cuartas partes de los hombres en hemodiálisis experimenta disfunción eréctil. Aunque los inhibidores de la fosfodiesterasa-5 (sildenafilo) mejoran su función eréctil, existen pocos estudios que hayan evaluado este tipo de intervención. Pero, además, la disfunción sexual en mujeres con enfermedad renal crónica ha sido menos conocida e investigada… Un gran estudio descriptivo era esencial para la comprensión de la prevalencia y la gravedad de este problema con el fin de poder desarrollar estrategias de detección e intervención”, introducen los autores en el último ‘Clinic Journal of the American Society Nephrology’.
La investigación ha sido realizada con 659 mujeres atendidas en 27 clínicas de diálisis de Europa y Sudamérica. Todas ellas completaron el cuestionario de Índice de Función Sexual Femenina que evalúa seis variables: deseo, excitación, lubricación, orgasmo, satisfacción global y dolor. El trabajo también tuvo en cuenta las características de las participantes como su nivel de estudios, si padecían depresión, si estaban o no en la lista de espera para trasplante, si tenían la menopausia, la medicación consumida y el padecimiento de otras patologías: diabetes, hipertensión o enfermedad cardiaca.
Los datos revelan que el 84% de todas las participantes y el 55% de las que se declaraban sexualmente activas reconocieron sufrir disfunción sexual. “Las pacientes de más edad, con menor nivel educativo, más síntomas de depresión, diabetes, menopausia y que tomaban diuréticos y fueron las que más problemas sexuales tenían”, argumentan los científicos.
Significativo también es el hecho “que las pacientes europeaseran más propensas que las sudamericanas a informar sobre síntomas de disfunción sexual”. Revela, también, el estudio “que tener pareja se asoció con menos problemas de este tipo”.
Depresión y problemas sexuales
El director del ensayo admite que “las dimensiones de la disfunción sexual se analizó de forma individual en el índice de función sexual femenina. Estos incluyen problemas en el deseo sexual, excitación, lubricación, la capacidad para alcanzar el orgasmo y dolor durante las relaciones sexuales. En general, estos pueden resultar en la incapacidad de tener una actividad sexual satisfactoria y un bajo nivel de satisfacción global de las relaciones sexuales”.
Para Strippoli es importante “que los especialistas indaguen más en la vida sexual de sus pacientes en diálisis, sobre todo porque la disfunción es uno de los primeros signos de calidad de vida. Además, la disfunción sexual y la depresión están estrechamente relacionadas, por lo que es importante abordar la cuestión”.