Las complicaciones cardiovasculares, principal causa de morbi-mortalidad en pacientes con trasplante renal

POLÍTICA Y SOCIEDAD

Las complicaciones cardiovasculares, principal causa de morbi-mortalidad en pacientes con trasplante renal

El evento, organizado por la Cátedra de Trasplante UAM-Roche, con el patrocinio de la Sociedad Española de Trasplante, SET, ha tenido como objetivo actualizar conocimientos y valorar alternativas terapéuticas que den solución a las complicaciones no inmunológicas de las población trasplantada renal.
La mortalidad cardiovascular se ha constituido en los últimos años como la primera causa de muerte del trasplantado renal. De hecho, se estima que esta enfermedad supone un 35% en la población trasplantada renal, algo que está directamente relacionado con la edad del paciente, con los años de trasplante y con la elevada presencia de factores de riesgo cardiovascular. Asimismo, la dislipemia, hipertensión arterial, obesidad y diabetes son los factores de riesgo cardiovascular más prevalentes en esta población. Detectar precozmente los factores de riesgo y modificar los hábitos de vida poco saludables puede ayudar a disminuir el riesgo cardiovascular y secundariamente prevenir la enfermedad renal.

Elevada incidencia
Según el profesor Manuel Arias, jefe del Servicio de Nefrología del H. U. Marqués de Valdecilla, Santander, “las personas con enfermedad renal presentan una elevada incidencia de hipertensión arterial y diabetes, que unido al período previo de diálisis incrementa de manera muy significativa el riesgo cardiovascular del paciente trasplantado acortando sus expectativas de vida”.
Dislipemia, hipertensión arterial, obesidad y diabetes son factores que están frecuentemente presentes en el trasplantado renal y participan de manera activa en la morbi-mortalidad cardiovascular. A este respecto, existen estudios que señalan que la población trasplantada renal tiene un alto riesgo de mortalidad cardiovascular porque confluyen en un mismo paciente todos los factores de riesgo cardiovascular incluyendo hipertensión arterial, dislipemia, diabetes, sobrepeso, junto con otro factor importante que es la disfución renal.
“Asimismo, un 15-20% de los trasplantados renales mantienen un hábito tabáquico, un factor que incrementa de manera significativa el riesgo cardiovascular y que deberíamos actuar para conseguir la deshabituación” comenta por su parte el doctor Josep Mª Campistol, director del Instituto Clínico de Nefrología y Urología del H. Clínic de Barcelona.
Detección precoz
Por esa razón, detectar precozmente los factores de riesgo y modificar los hábitos de vida poco saludables puede ayudar a disminuir un peligro cardiovascular añadido y ralentizar la afectación renal. Tal y como indica el doctor Arias “la prevención cardiovascular debería iniciarse antes del trasplante renal, por ejemplo, en la época de prediálisis porque si no es así el paciente trasplantado puede presentar lesiones vasculares previas e irreversibles”.
En esta línea, se manifiesta también el doctor Campistol, quien explica que “tener una dieta equilibrada, practicar ejercicio diario durante 45-60 minutos y evitar el tabaco y el alcohol puede ayudar a disminuir el riesgo cardiovascular y prolongar la supervivencia del paciente y el injerto”.
Durante la reunión se han puesto sobre la mesa los beneficios de la dieta mediterránea para prevenir muchas enfermedades crónicas como la enfermedad cardiovascular. Para el doctor Ramón Estruch, consultor senior del Servicio de Medicina Interna del H. Clínic de Barcelona la eficacia de la dieta mediterránea es clara, ya que “mejora el metabolismo de la glucosa -menos riesgo de desarrollar diabetes, reduce la presión arterial, mejora el perfil de lípidos de la sangre -aumenta la concentración de colesterol HDL, el bueno, y reduce la de colesterol LDL, el malo-, y reduce los parámetros de oxidación e inflamación relacionados con la arteriosclerosis”.

Dieta mediterránea
En este sentido, los resultados del estudio PREDIMED publicados en una de las revistas más prestigiosas del mundo, The New England Journal of Medicine, “demuestran la gran eficacia de la dieta mediterránea en la prevención de complicaciones cardiovasculares (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y mortalidad cardiovascular) en pacientes con alto riesgo vascular (diabéticos, hipertensos, obesos, etc). De hecho, se estima que esta dieta tradicional reduce en un 30% el riesgo relativo de sufrir una de estas complicaciones” explica Estruch.
Los expertos han querido destacar la importancia de la función renal como factor de riesgo cardiovascular y la importancia de un tratamiento inmunosupresor no nefrotóxico como medida de prevención cardiovascular. En esta línea, un enfoque global y multidisciplinario del paciente trasplantado renal es la única alternativa para conseguir prolongar la supervivencia del injerto y del paciente ofreciendo una óptima calidad de vida.
Finalmente, durante la reunión también se han abordado temas como los factores genéticos que inciden en el daño vascular de la mano del doctor Roberto Elosua, o los predictores de riesgo vascular en el trasplante renal explicado por el doctor Domingo Hernández. Asimismo, el doctor Javier Díez ha presentado la visión actual de la fisiopatología de la enfermedad cardiovascular en el paciente renal.

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