La lista de espera se mantiene estable y la mayoría de los pacientes necesita un riñón o un hígado
Cada trasplante renal se traduce en una supervivencia media de 19,3 años y una ganancia media de vida de 15,3 años.
Ser donante es regalar vida. No es una frase. Es una realidad, una bonita realidad, que da sentido a los esfuerzos que han realizado y realizan los miles de profesionales de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) desde hace más de 25 años. Hoy, Día Mundial del Trasplante Renal, han querido agradecer a los donantes anónimos esos años otorgados a un enfermo que, sin ese riñón, hubiera muerto o sencillamente hubiera pasado el resto de su vida conectado a una máquina. Cada trasplante renal supone una supervivencia media de 19,3 años y una ganancia media de vida de 15,3 años. Sólo con los 2.678 realizados el pasado año se ganaron 40.973 años de vida. Más datos: los 50.390 trasplantes renales efectuados desde el inicio de la ONT suponen 7.709 siglos de vida ganados.
Quien así lo explica es el director de la ONT, Rafael Matesanz, que volvió a reiterar los próximos desafíos de esta organización: la donación en asistolia y la donación renal de vivo, claves en el aumento de los trasplantes renales en nuestro país. La donación en asistolia, con un total de 192 donantes en 2014, representa ya el 11,4% del total de donantes fallecidos y continúa su tendencia al alza. También aumenta la donación renal de vivo, con 423 trasplantes el pasado año, lo que supone cerca del 16% del total.
El objetivo de este día no es otro que concienciar a la población de la necesidad de prevenir las enfermedades renales (se calcula que el 10% de la población las sufren). La mortalidad por enfermedad renal crónica (ERC) es un problema en alza. Según un reciente estudio sobre Carga Global de Enfermedad (GBD 2013 en sus siglas en inglés), publicado en la revista Lancet, la ERC es la causa no transmisible de muerte prematura que más ha crecido en los últimos años, con un aumento del 90% entre 1990 y 2013. Este incremento se debe en gran medida a las dificultades de parte de la población mundial para acceder a la diálisis y al trasplante, que son los tratamientos sustitutivos de la función renal. En este sentido, el Día Mundial del Riñón 2015 está dedicado a la enfermedad renal crónica en poblaciones desfavorecidas.
Fuente.: La Vanguardia