Vinculan la obesidad con un declive en la función renal
Un estudio observó métodos de pruebas sanguíneas para detectar cambios antes del inicio de los síntomas
Robert Preidt
Traducido del inglés: miércoles, 18 de diciembre, 2013
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MIÉRCOLES, 18 de diciembre de 2013 (HealthDay News) — La obesidad aumenta el riesgo de contraer una enfermedad renal, sugiere un estudio reciente.
Además, los declives en la función renal se pueden detectar mucho antes de que las personas contraigan otras enfermedades relacionadas con la obesidad, como la diabetes y la hipertensión, señalaron los investigadores.
Los investigadores analizaron los datos recolectados de casi 3,000 adultos jóvenes negros y blancos que tenían una función renal normal.
Los participantes, que tenían una edad promedio de 35 años, se agruparon según cuatro rangos de índice de masa corporal (IMC), una medida de la grasa corporal basada en la estatura y el peso. Los grupos fueron: peso normal, sobrepeso, obesidad y obesidad extrema.
Con el tiempo, la función renal se redujo en todos los participantes, pero el declive fue mucho mayor y más rápido en las personas con sobrepeso y obesas, y pareció vincularse con el IMC de forma exclusiva.
“Cuando tomamos en cuenta la diabetes, la hipertensión y los procesos inflamatorios, el IMC siguió siendo un predictor de declive en la función renal”, apuntó en un comunicado de prensa de la Universidad de California la primera autora del estudio, la Dra. Vanessa Grubbs, profesora asistente adjunta de medicina de la universidad, en San Francisco.
“Hubo algo exclusivo en el hecho de simplemente ser demasiado gordo que por sí mismo afectó a la función renal incluso antes del inicio de la enfermedad renal”, señaló Grubbs. “Todavía no hemos podidos especificar el [motivo], pero esperamos observarlo en un estudio futuro”.
Los investigadores también hallaron que medir los niveles sanguíneos de una proteína llamada cistatina C es mejor que el método más común de medir los niveles de creatinina para detectar los cambios sutiles en la función renal. Esto es así incluso cuando los cambios en los riñones siguen estando dentro de lo que se considera como un rango normal.
“El hecho de que pudiéramos usar este marcador para observar declives en la función renal mucho antes de que se considere que los pacientes tienen enfermedad renal crónica es bueno, ya que podría permitirnos detectar los problemas antes y con algo de suerte también intervenir antes”, apuntó Grubbs.
Los hallazgos, que aparecen en una edición en línea reciente de la revista American Journal of Kidney Diseases, muestran la necesidad de que los médicos intervengan pronto para prevenir la enfermedad renal en los pacientes obesos, apuntaron los investigadores.
“Estamos engordando cada vez más a unas edades cada vez más tempranas, así que los problemas que veremos que están directamente relacionados con la obesidad serán cada vez más comunes, y comenzarán antes en la vida”, advirtió Grubbs.
“El declive en la función renal está sucediendo incluso antes del nivel en que podemos diagnosticar las enfermedades”, comentó. “¿Es reversible? No estamos seguros. ¿Prevenible? Por lógica lo es”.
Aunque el estudio descubrió una asociación entre la obesidad y un mayor riesgo de enfermedad renal, no probó causalidad.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: University of California, San Francisco, news release, Dec. 13, 2013
HealthDay
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