La importancia de la hidratación

Publicado por  el jun 20, 2014
Un gran porcentaje de nuestro cuerpo es agua. El agua se distribuye por todo el organismo, constituyendo el componente líquido de los tejidos en mayor o menor medida. Además es un componente fundamental de la sangre. La volemia vascular permite la circulación sanguínea y mantiene la presión arterial junto al trabajo cardíaco.
La entrada más importante de agua en nuestro organismo la constituye la dieta. Una parte mínima proviene del metabolismo interno. El mecanismo que controla la ingesta de líquidos fundamental es la sensación de sed. Esa sensación está controlada por el cerebro mediante una hormona denominada ADH o antidiurética que además tiene la propiedad de actuar en el riñón facilitando la reabsorción de agua (es decir ,produciendo una orina concentrada). Esa hormona es segregada en el hipotálamo en respuesta a diversos estímulos, unos muy relacionados con el estado de hidratación como la presión arterial y el grado de concentración de la sangre (dependiente del contenido de agua en la fase líquida), aunque también por otros menos relacionados como el dolor.
La pérdida de líquidos se produce sobre todo por la orina y la transpiración.
 Elriñón es el órgano más importante en el manejo de los minerales y el agua corporal. Tiene la capacidad de eliminar el líquido sobrante del organismo diluyendo la orina y retener agua cuando se produce un déficit, reduciendo el volumen de orina, concentrándola. La piel elimina líquidos pero en relación con la termorregulación, es decir, cuando el organismo precisa eliminar calor corporal, se produce una vasodilatación de los vasos de la piel y un incremento en la sudoración que, mediante la transpiración, enfría la superficie corporal reduciendo la temperatura corporal.
Es necesario ingerir una determinada cantidad de agua para mantener un balance equilibrado. Es el organismo, a través de los mecanismos que acabo de describir, quien se encarga de forma automática de controlar esa ingesta. Sin embargo, para que se estimule esa sensación, se debe haber producido ya un déficit importante. Por eso, es importante acostumbrarse a beber cierta cantidad de líquidos. Se debe personalizar esta cantidad óptima de agua o líquidos a ingerir. En personas sanas y sin problemas, al menos se debería ingerir unos 1.500 ml de líquidos (incluyendo bebidas, infusiones o comida). Mantener una adecuada hidratación, permite conservar los mecanismos de control de la temperatura corporal, mantener un adecuado filtrado renal, mantener la hidratación de órganos y tejidos como la piel e incluso favorece un ritmo intestinal normal. Las personas que no conservan estos mecanismos de control del agua corporal son las que tienen más riesgo de padecer problemas, bien por no ingerir la cantidad suficiente de líquidos (problemas o enfermedades neurológicas) o recibir tratamientos que estimulan la pérdida de líquidos por el riñón (diuréticos).

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